La estudiante de la carrera diseño gráfico, Ismenia Espinoza, compartió con nosotros detalles de su experiencia en el viaje que realizó a Corea, habiendo obtenido una beca para estudiar el idioma. Durante su estadía, que tuvo una duración de cuatro meses, aprendió coreano mientras ganaba un sueldo por enseñar inglés a jóvenes.
De su experiencia, destaca la gran competitividad que existe en ese país en el mercado del diseño gráfico, enfatizando también que el trabajo en esa disciplina es muy bien remunerado. De hecho, planea regresar una vez culminados sus estudios.
Respecto a la cultura, menciona lo gratamente sorprendida que se sentía en una sociedad donde la educación en general y el respeto a los mayores tiene mucha importancia, a pesar de no ser muy expresivos en cuanto a sus emociones. Comenta que la gastronomía es muy distinta a la del Ecuador, y muy deliciosa.
Parte de esta experiencia, consiste en ubicar a todos los “becados” en habitaciones de dos en dos, compartiendo cada uno de ellos, el espacio con un joven de origen coreano. La finalidad: poder aprender por método de inmersión el idioma del compañero.
Esta gran experiencia le abrió los ojos enfrentándola a otra cultura, a diseñadores de todas partes del mundo, y a su propia responsabilidad llevando su vida de manera independiente, y administrando sola sus ingresos para su supervivencia. Ella recomienda este tipo de experiencias para todos los jóvenes que puedan acceder a ellas.
“En cuanto a diseño, es súper diferente al diseño de acá. Es muy moderno y liberal, es mas limpio y minimalista. No es muy cargado, solo comunica lo justo y necesario de una manera atractiva.”
En el momento en que regresó al Ecuador, admite, le costó readaptarse a muchos procesos que en nuestro país aún se llevan a cabo de forma un poco caótica. Ella destaca la eficiencia y el orden que conoció en Corea.
“Los coreanos son más organizados, responsables y puntuales.”
